lunes, 9 de octubre de 2017

¿Quieres estar en el juego? ¡Apúrate! ¿En qué va la Ley Fintech?


En una entrada anterior http://pintorgabiota.blogspot.mx/2017/09/las-fintech-en-mexico.html traté el concepto de las Fintech o empresas financieras tecnológicas, así como la falta de regulación al respecto. En esta ocasión, el tema es en que va el proyecto de ley para regular a estas empresas.

El pasado mes de marzo, la SHCP, la CNBV y el Banco de México, presentaron un borrador de ésta ley, el presidente de nuestro país prometió que en el mes en septiembre presentaría ante el Congreso de la Unión la iniciativa de ley para ser discutida, y el 2 de octubre salió el dictamen del anteproyecto de Ley para ser enviado al Congreso, pero ¿Cuáles son las principales operaciones que esta ley pretende regular?
De acuerdo al sitio del despacho Deloitte[1], tres son las áreas de principal interés:
  •       Financiamiento colectivo (crowfunding)
  •     Activos virtuales (bitcoin y otras criptmonedas)
  •     Pagos electrónicos

¿Qué sucede con las empresas Fintech?

Uno de los puntos que las start ups consideran sería el más perjudicial para ellas de acuerdo a Deloitte, es la capitalización (o cantidad de recursos necesarios para establecer una empresa financiera en plataformas electrónicas), pues limitaría significativamente a éstas, por la falta de recursos con que cuentan para respaldar al usuario.

Me pregunto a menudo, cuando recibo publicidad de mi banco ofreciéndome un crédito de nómina, o una tarjeta de crédito, cuánto les costó la impresión en papel tan lujoso, con colores y fotos de excelente calidad y sobres personalizados, que la mayoría de las veces van a dar directo al bote de basura. Es un hecho que una start up que ofrece formas de financiamiento o inversión que se manejan exclusivamente desde plataformas tecnológicas, implica una disminución sustancial en sus gastos operativos, pues no existen sucursales físicas, cajeros, gerentes de sucursal, publicidad impresa, espectaculares, rentas, entre muchos otros gastos, y por consiguiente pueden ofrecer rendimientos y tasas más competitivas, al disminuir el precio de sus servicios.

Según el diario El Financiero, la  Comisión Federal de Competencia Económica(COFECE) considera que la Ley Fintech[2] modificará la estructura del Sistema financiero en nuestro país, presionando a la Banca tradicional, al existir opciones diferentes a los usuarios, lo que ejercerá presión para los Bancos.

El dictamen del anteproyecto salió el pasado 2 de octubre, e incluye para las empresas que denomina ITF o instituciones de tecnología financiera varios trámites a realizar antes de constituirse, Rodrigo Riquelme en el diario el Economista escribe: “Entre los muchos requisitos para llevar a cabo este trámite se encuentran el ser una sociedad anónima constituida o que pretenda constituirse como tal; que se establezca un domicilio en territorio nacional; que se fije un capital mínimo para llevar a cabo sus operaciones, y otras medidas y políticas vinculadas, por ejemplo, a la exhibición de los riesgos a los que una persona podría estar expuesta si realiza operaciones en las ITF” (El Economista, 8 octubre, 2017)

Será responsabilidad del Congreso de la Unión, revisarla y modificarla, o pasarla íntegra para su publicación en el DOF*, pero es en la reglamentación de ésta ley, en donde será claro la forma de llevar a cabo todas estas obligaciones. En este momento, hay más de 160 empresas de éste tipo operando en nuestro país, y mientras no exista ley aprobada, cada día nacen nuevas, por lo que imagino que acelerarán su entrada las empresas que desean estar en el juego en los próximos días, pues una vez existiendo, tendrán un plazo para cumplir con la reglamentación. Lo mismo aplica para los usuarios de estos servicios quienes aún tienen la oportunidad de hacerlo sin los trámites que después tendrán que cumplir.


*DOF: Diario Oficial de la Federación

miércoles, 4 de octubre de 2017

El desafío de las universidades tradicionales


¿Cómo podría aportar mayor valor una universidad con aulas de cemento y alumnos de carne y hueso, contra una exclusivamente virtual, más económica y con la misma validez a nivel curricular?

La diferenciación desde mi punto de vista podría estar en la atención personalizada para diferentes estilos de aprendizaje, pero existe un gran desafío en la incorporación del "habitar en la red" al aprender.

Esta ruta me enseñó “haciendo”, es decir, me convertí en un nodo de información dentro de mi grupo. También practiqué los tres “niveles” de información: búsqueda, creación de contenido y publicación de la misma al usar mi blog, y finalmente, promocioné mi publicación entre mi grupo. Esta práctica me permite visualizar como podría trabajar con un grupo de estudiantes, y buscar objetivos de aprendizaje en búsqueda, generación de opinión y por último que otros estudiantes opinen al respecto, o tomen una postura. Aprendí también que cada que leo respecto de los avances tecnológicos que se pueden aplicar en la práctica docente, me doy cuenta que las opciones son más, las tendencias son nuevas y las posibilidades son diferentes, entonces me hace ser cada vez más consciente de la velocidad con la que cambian las opciones y tendencias, y tomar la ruta me ayuda a esforzarme por integrarme al aprendizaje en red, para aprovecharlo en mis cursos.


La reflexión acerca de lo que hacemos en la docencia y como lo hacemos, es otra información que surge de la reflexión no solo mía, sino de todo el grupo, pues al leer las colaboraciones de otros, me doy cuenta que compartimos la misma preocupación relacionada con el mundo de posibilidades y opciones existentes, de cómo se están haciendo experimentos y grupos piloto relacionados con el aprendizaje, y el reto que esto representa para los profesores.

También descubrí que es más fácil mantener un blog cuando el tema es apasionante para el usuario, pues invita a seguir buscando información, opinando al respecto, y publicando; por lo que me obliga a repensar cómo aplicarlo en aula, pero definitivamente considero que es una práctica necesaria para los estudiantes, publicar textos más largos que un tweet o una entrada en Facebook, pues necesitan desarrollar habilidades de redacción, composición y ortografía que a muchos de ellos los ayudará en un futuro.


El aprendizaje en red puede ser limitativo, mientras que el aprendizaje en la red, permite enriquecerse del aprendizaje de otros, generar opiniones, posturas, y no hay límite en la distancia o el huso horario, por lo que es un desafío que considero podría darse en el futuro cercano, que las universidades tradicionales propicien cursos semi presenciales, en donde la interacción se lleve a cabo con estudiantes de cursos similares en otras partes del mundo, para enriquecer el aprendizaje en la red, las habilidades de logro de objetivos, solución de problemas, interacción en áreas de especialidad, entre otras. 

Muchas gracias por la paciencia que representa leernos a todos en tan corto tiempo, motivarnos a continuar, y darnos oportunidades extras para seguir adelante. Aunque regularmente me uno a estas rutas, siempre aprendo algo nuevo, y me atrevo a algo diferente en aula, por lo que seguiré haciéndolo, porque además me doy cuenta que actualizan la información, y eso es una gran ayuda.

Mi reto como profesora: ¿Y ahora como evalúo?





El saber es un conjunto de información, reflexiones, conceptos, herramientas y experiencias, que cuando se comparten, o se construyen de manera colaborativa, se amplían y presentan diversas opciones de aplicación, crecimiento y conformación.

Habitar la red no solamente se limita a consultar, buscar, enriquecerse de la información existente; sino de crear contenido, publicarlo y compartir experiencias, opiniones y formas de interpretar la realidad. Porque al hacerlo se crean nuevos nodos de comunicación que pueden ser de provecho para una mayor audiencia.

Principalmente a mí me hizo repensar la forma como evalúo el aprendizaje, que debiera ser menos individualizado y más orientado a la solución colaborativa de situaciones o problemas, con todas las herramientas con las que se cuenta a la mano, incluso la comunicación con pares, que desarrollen en los evaluados habilidades de búsqueda de información, opciones de planteamiento de soluciones colaborativas y aprendizaje como parte de la propia evaluación,  para el uso futuro de los estudiantes. Este reto me representa varias cuestiones a reflexionar:

¿Y si resolvemos exámenes en pares? ¿Cuáles son los beneficios? ¿Cuáles son las desventajas?
Mejores decisiones, mejores resultados, aprendemos mejor, optimizamos nuestros recursos, reducimos el estrés; no se nota quien tiene más profundidad de conocimientos, ¿eso importa? Podría llevar más tiempo del establecido, pues en teoría, dos personas estarían revisando lo que cada quien pensó. ¿Cuánto se necesita? Objetivo: poner en “prueba” los conocimientos adquiridos de manera colaborativa

Con respecto a la educación, están surgiendo múltiples opciones que son orientadas a las masas, con una tendencia generalizada de cursos gratuitos o de costo menor que la educación tradicional, abiertos y con opciones de personalizarse mediante foros para dudas, colaboración e incluso con posibilidad de ser evaluados por pares. Esos cursos MOOC, presentan posibilidades y opciones de crecimiento en lugares remotos, de difícil acceso, o incluso de compartir conocimiento e intercambiar conceptos en diferentes partes del mundo. Es por eso que la información para lograr educación se convierte en un fenómeno ubicuo y que se localiza en múltiples lugares, por lo que la universidad es un nodo más para permitir el intercambio de información y la construcción de conocimiento.


En realidad, el avance tecnológico y la orientación de las masas hacia uso de redes sociales, cursos abiertos, información accesible y todas las posibilidades que esto ofrece, representa un reto importante para la universidad, el educador, y la forma de adquirir habilidades para desempeñarse en el mundo laboral, por lo que resulta imperativo estar informado, capacitarse y experimentar con diversas formas de comunicación para mantenerse vigente.